Tener una crianza respetuosa es una de las claves para que los niños alcancen el desarrollo que necesitan. Sin embargo, en algunos casos, es común observar que empiezan a aparecer rasgos de una conducta disruptiva. ¡Pero algunos padres no saben de qué manera actuar ante tales comportamientos!
Si es tu caso o quieres saber qué se debería hacer en tales situaciones, te mostraremos toda la información necesaria para corregir estas acciones a tiempo.
¿Qué es conducta disruptiva en los niños y cómo identificarlo?
Se entiende como conducta o comportamiento disruptivo a todas las acciones que afectan a los demás. Esto es algo habitual en los niños y puede afectar a sus entornos de aprendizaje. Dicha situación puede ocurrir en la casa y en la escuela.
Algunas maneras habituales de ver estas acciones pueden ser:
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Conducta disruptiva: iniciar una pelea
Los niños están en una etapa de aprendizaje. Por esta razón, cuando tienen una discusión, no siempre elegirán el diálogo como solución. Por lo tanto, suelen iniciar peleas, ya sea para demostrar “superioridad” o por no poder lidiar con las desautorizaciones.
Desafiar a los profesores
Del mismo modo, algunos niños no logran identificar a los profesores como una autoridad de la cual hay que aprender. Entonces, los desafían, y hasta pueden llegar a maltratarlos a través de insultos.
No seguir las instrucciones, señal de una conducta disruptiva
También esta clase de conducta puede afectar el desarrollo psicosocial, puesto que los niños pueden no aceptar órdenes. Esto aplica para tareas de la casa o de la propia escuela. Y la desobediencia afectará negativamente su rendimiento y futuro.
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Recomendaciones para lidiar con la conducta disruptiva
Entonces, ¿es posible lidiar con estos comportamientos? La respuesta es sí. A través de estas acciones, será posible cambiar la conducta:
Enseñarles a los niños a nombrar sus emociones
Muchas veces, la conducta disruptiva surge a raíz de la imposibilidad que tienen muchos niños de transmitir sus emociones. Algunas como la tristeza, la soledad e incluso la rabia permanecen ocultas, aunque latentes. Si el niño las reconoce, sabrá cómo lidiar con ellas de una manera sana, sin afectar a su entorno ni a quienes lo rodean.
Darles nuevas herramientas para comunicarse
Si el niño tiene imposibilidad para expresarse, puede recurrir a una conducta de este tipo para expresar esas emociones. Lo más habitual son las “malas contestaciones” ante cosas que no quiera realizar. En cambio, puedes enseñarle que puede hablar contigo de esos temas, sin que suponga malos tratos.
Proponer estrategias conductuales aplicables
Por último, hay ciertas estrategias que pueden servir para mejorar la conducta disruptiva. Por ejemplo:
- Trabajar las emociones y el control del impulso. La idea es que el niño sepa cuándo está teniendo estas conductas y pueda inhibir su impulso.
- Fomentar la empatía. Esta estrategia implica que el niño pueda identificar lo que debe y no hacer, en función de ponerse en el lugar del otro.
- Potenciar el trabajo colaborativo. La idea es que vea a los niños como “iguales”. Por ejemplo, obtener logros en grupo le ayudará a minimizar estas conductas.
Muchos niños padecen la crítica constante de sus padres, haciéndoles creer que nunca hacen nada bien. Si se aplican refuerzos positivos, como recompensas o alabanzas, podrían fomentar comportamientos positivos.
Aunque estos consejos pueden ser útiles para desviar la conducta disruptiva y lograr un comportamiento más respetuoso, no deben tomarse como una ayuda profesional. Si notas que hay acciones que no te gustan, no dudes en llevarlo con un especialista para tratar las causas.
