La fe tiene un papel fundamental en las comunidades. Más del 85% de la población mundial es creyente, siendo los líderes religiosos los más confiables en muchos lugares. Ellos son clave en la promoción de una sociedad libre de violencia.
Con su amplia influencia, las organizaciones basadas en la fe pueden generar cambios de actitudes, fomentar el diálogo y movilizar a sus congregaciones para proteger a las niñas y los niños de cualquier situación que los ponga en riesgo.
Trabajamos con personas de todas las religiones y con aquellas que no profesan ninguna. World Vision reconoce la función esencial de las iglesias, de las comunidades basadas en la fe y de sus líderes para contribuir al bienestar de la niñez.
La fe mueve montañas y transforma vidas.