Fomentar una educación inclusiva implica ser consciente de que no todos somos iguales. Como existen diferentes tipos de inteligencia, es ilógico pensar que todos nos desempeñaremos igual en las mismas disciplinas. ¡Es como pretender que Einstein hubiese sido un hábil jugador de fútbol y no un brillante científico!
A principios de los años 80, el psicólogo Howard Gardner postuló que no existe una sola inteligencia, sino inteligencias múltiples. Para él, ser “inteligente” depende de las capacidades humanas y es imposible que todos sean expertos en todas las áreas.
Por esta razón, conocer los diferentes tipos de inteligencia y cómo potenciarlas resulta fundamental en el ámbito educativo. A continuación, veremos los más destacados y algunos consejos para mejorarlas en el aula.
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Lingüística
Se refiere a la capacidad para interiorizar conocimientos respecto de las lenguas. Por ejemplo, aprender un nuevo idioma, leer, escribir o hacer crucigramas. Generalmente, los niños con esta inteligencia suelen ser creativos y con interés por la comunicación.
Para fomentarla, es necesario ofrecer lecturas y explorar la escritura, desde cuentos cortos hasta poemas.
Musical, uno de los tipos de inteligencia
Es propia de los niños capaces de identificar sonidos y, también, de tocarlos o reproducirlos. Por ende, pueden ser personas que sepan cantar, tocar instrumentos o componer canciones de una manera rápida, sin complicaciones.
¿Cómo fomentarla? Pregúntales si hay algún instrumento que les guste tocar. Si promueves su aprendizaje, verás una progresión rápida.
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Espacial
Esta se refiere a la capacidad de observar el mundo y los objetos desde diferentes perspectivas. Las personas con esta inteligencia pueden plasmar sus imágenes mentales, creándolas sin problemas. Por eso, en un futuro pueden ser fotógrafos, arquitectos o diseñadores, entre otros.
Para potenciar esta habilidad en las aulas, se recomienda promover actividades para materializar cosas imaginarias. Por ejemplo, las maquetas.
Lógico-matemática, uno de los tipos de inteligencia “clásico”
Esta clase de inteligencia refiere a la capacidad de resolver problemas matemáticos a través de un razonamiento lógico y deductivo. Se puede observar en aquellos niños que pueden hacer operaciones matemáticas de manera veloz o pueden hacer asociaciones lógicas rápidamente.
Una buena actividad puede ser enseñarles bases de programación para niños, para que se diviertan mientras aprenden informática.
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Kinestésica
A diferencia de las anteriores, esta es una inteligencia que se relaciona principalmente con el dominio del cuerpo. Es decir, quienes tienen una gran inteligencia kinestésica suelen tener una habilidad para mover el cuerpo de forma adecuada. De modo que llevan a la práctica ideas, sentimientos o pensamientos desde sus movimientos.
Por ejemplo, pueden bailar, actuar o hacer deporte sin problemas. Lo recomendable es promover la actividad física e indagar qué les gusta y qué pueden hacer bien.
En resumen, estos son algunos de los tipos de inteligencia que hay. Si bien la educación básica intenta generar el aprendizaje de conceptos generales sobre cada una, es absolutamente normal y deseable que un niño o niña tenga mayor afinidad por una de estas. ¡Así que no dudes en potenciar aquellas en las que veas interés y destreza!
