• 50 líderes religiosos hondureños se reunieron para analizar su papel en la educación y el desarrollo, la seguridad alimentaria y el diálogo y la reconciliación.
Mishelle Mitchell, Directora Regional de Compromiso Externo, LACRO
Líderes de las iglesias Adventista, Luterana, Episcopal, Católica y Evangélica -en sus diferentes denominaciones-, y de Organizaciones Basadas en la Fe (OBFs) se reunieron el 2 de septiembre anterior para analizar su contribución al desarrollo del pueblo hondureño, especialmente de la niñez. World Vision Honduras y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) convocaron a esta reunión.
Históricamente, las OBF han sido actores humanitarios sólidos y defensores críticos del bienestar infantil. Sin embargo, los espacios para reflexionar juntos sobre su rol para romper los círculos de pobreza y desigualdad que prevalecen en Honduras son limitados. World Vision Honduras encontró una oportunidad para comenzar una nueva era de diálogo: una acción inicial incluyó la presentación del último Informe de Desarrollo Humano del PNUD a más de 50 líderes religiosos, incluidas iglesias, medios de comunicación y academia, y facilitó una discusión sobre su papel en la mejora de la educación, seguridad alimentaria, diálogo, paz y reconciliación.
El último Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD ubica a Honduras en el lugar 132 de 162 países, el segundo más pobre (73%) de América Latina y el Caribe, solo superado por Haití. El país de 9,5 millones de habitantes vive una crisis multidimensional, que mantiene a 2,5 millones de personas en riesgo de hambre, según el PMA.
Además, según el PNUD, los hondureños perdieron 1,5 años en su esperanza de vida y 1,5 años de aprendizaje debido al COVID-19 mientras navegaban por la violencia de las pandillas, el desplazamiento masivo, una crisis climática exacerbada, la debilidad institucional y la corrupción generalizada.
Sergio Membreño, Coordinador del Informe de Desarrollo Humano de Honduras del PNUD, dijo que el país debe establecer las bases para un “liderazgo ético” y reconoció a las OBF como actores críticos para sentar esas bases. Luego, los participantes organizaron grupos de trabajo y dijeron que las iglesias deben unirse y movilizarse para seguir una agenda para el bien común, no para los intereses individuales.
Los participantes instaron a más tolerancia y respeto en la mesa de trabajo sobre Diálogo, Paz y Reconciliación para guiar una conversación intergeneracional. Coincidieron en la necesidad de fortalecer la educación para la discusión abierta. La mesa de educación hizo hincapié en educar a los niños y jóvenes en base a valores para encontrar su propósito.
La educación debe ser integral e impactar a la niñez y otras generaciones para convertirse en una herramienta de transformación personal, de las comunidades y la sociedad. La mesa de Seguridad Alimentaria señaló que las iglesias deben ir más allá de la política y convertirse en activistas y nutrir cuerpos y almas a través de la fe.
El equipo de External Engagement (Relaciones Externas) de World Vision Honduras, integrado por Advocacy, Comunicaciones y Fe y Desarrollo, dará seguimiento a esta histórica reunión para integrar a las OBF en el diseño de un plan estratégico nacional liderado por el PNUD.
Creemos que viviendo nuestra fe cristiana y llamado con audacia, y manteniendo a Cristo en el centro a través de este proceso, podremos mejorar las vidas de los más vulnerables, especialmente los niños, y alcanzar las metas del desarrollo sostenible.