Pensar en el desarrollo humano implica ser conscientes de que el mundo es muy amplio. No solo geográficamente, sino también con relación a las culturas. Esto hace que cada persona tenga su propia identidad cultural, que está compuesta de diferentes elementos.
Ahora bien, ¿de qué manera se puede construir y qué acciones sirven para fortalecerla, especialmente en la educación? Acá te lo contamos.
¿A qué se denomina identidad cultural y por qué es tan relevante?
La identidad cultural es el conjunto de manifestaciones culturales que cohesionan a un grupo social. Así, implica que ciertas personas puedan generar un sentimiento de pertenencia a un grupo, en función de intereses compartidos. ¡Y esto es elemental para fomentar la unión de las personas!
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Por ejemplo, los países suelen generar identidades en función de diferentes aspectos de la cultura local. Pero hay identidades que trascienden estos límites geográficos. En consecuencia, los seres humanos nos podemos llegar a sentir parte de algo más grande a través de diferentes elementos transversales.
¿Qué elementos la constituyen?
Poseer una identidad comunitaria de este tipo implica contemplar algunos elementos como estos:
- Lengua: es decir, el idioma materno. Por ejemplo, España y Argentina comparten el español, aunque con sus respectivas variantes.
- Religión: la creencia en las distintas religiones genera una identidad, sin importar las barreras.
- Etnias: también las diferentes etnias la constituyen, ya que hay miembros que poseen historias en común.
- Clases sociales: es posible sentirse identificado con otras personas en la misma situación en función del poder adquisitivo
- Costumbres: esto se refiere a ciertos hábitos que han trascendido con el paso del tiempo. Por ejemplo, la gastronomía de una ciudad.
- Valores: por ejemplo, la fraternidad, la solidaridad o el amor por el prójimo pueden ser valores que generen cohesión en una comunidad.
- Tradiciones: son ciertos hábitos que siguen presentes con el paso del tiempo. Como caso, están las celebraciones de cumpleaños.
- Símbolos: es muy común encontrar símbolos que representen estas identidades. Por ejemplo, las banderas de las naciones.
- Gustos: estos pueden generar identidades. Un caso claro es seguir a un determinado equipo de fútbol.
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¿Qué se puede hacer para fomentar la identidad cultural?
Para construir una identidad o fomentarla, es posible seguir algunas de estas acciones:
- Globalización en Internet: esta se ha convertido en una gran herramienta para cohesionar grupos sociales. Por ejemplo, los foros permiten conectar a diferentes personas con intereses en común, lo cual permite difundir y acentuar estas identidades de las comunidades.
- Memoria colectiva: esto es muy importante para mantener vigentes muchas de estas identidades. Este conjunto de recuerdos no debe quedar en el pasado, sino que es necesario traerlos de nuevo al presente, para seguir manteniendo los valores, tradiciones o costumbres.
- El sistema educativo. Finalmente, la educación juega un papel elemental para las nuevas generaciones. Al difundir muchos de los elementos de la identidad de una nación a través de los libros, se puede seguir transmitiendo aquello que representa a un grupo social.
En suma, la identidad cultural es un aspecto fundamental de los seres humanos, ya que nos hemos caracterizado por ser una especie que se interesa en aspectos culturales. A raíz de esto, continuar perfeccionando la identidad de cada uno servirá para que estemos en un mundo mejor.