La niñez tiene derecho a un medio ambiente limpio, seguro y saludable

La niñez tiene derecho a un medio ambiente limpio, seguro y saludable

El Comité de los Derechos del Niño acaba de publicar su Observación General N.º 26 sobre los derechos del niño y el medio ambiente, centrada en el cambio climático (OG26). En ella se confirma que los Estados deben proteger el derecho de todos los niños a un medio ambiente limpio, seguro y saludable como parte de sus obligaciones jurídicas en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño. Más de 16.300 niños de 121 países hicieron sus aportaciones; entre ellos, estuvo Yael Feliz, promotora juvenil de World Vision en la República Dominicana. A continuación, sus reflexiones y recomendaciones.

Las voces de los niños, niñas y adolescentes en la consulta regional de Buenos Aires fueron claves para la Observación General N.º 26, y expresaron las preocupaciones actuales y las aspiraciones futuras que todos compartimos en América Latina.

Se habló de cómo el cambio climático afecta nuestra vida cotidiana y las realidades descritas por los participantes fueron preocupantes. Cada niño expresó su realidad, sus necesidades y sus problemas, y cómo el cambio climático es una consecuencia del daño causado al medio ambiente.

Los niños se ven obligados a vivir en condiciones de vulnerabilidad sin tener ninguna solución a mano. Independientemente del lugar o país, todos nos enfrentamos a graves carencias y falta de compromiso por parte de los Estados que vulneran nuestros derechos fundamentales.

Las experiencias compartidas por los participantes demostraron que no importa el lugar del mundo, las preocupaciones y los problemas son los mismos, como describieron los niños de Colombia, Perú, México, Costa Rica y Argentina.

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Decididos a ver cambios significativos en un futuro próximo, propusimos soluciones adecuadas para nosotros, las próximas generaciones y los gobiernos.

Los niños que participaron en la consulta expresaron su deseo de ejercer el derecho a vivir en un medio ambiente sano. Hablamos de las diversas formas de degradación medioambiental, incluidos los efectos del cambio climático. Por ejemplo, muchos expresaron su tristeza y decepción por la deforestación, la gestión inadecuada de los residuos sólidos y la contaminación del aire y el agua.

El compromiso de los gobiernos y los Estados es importante para que se restaure lo que ellos mismos han permitido que ocurra, llegando a un punto de no retorno. Pero aún hay esperanza.

Tres cosas pedimos a los Estados a través de la Observación General:

1) Los Estados deben comprometerse a aplicar y supervisar las políticas y normativas existentes para evitar la degradación del medio ambiente.

2) Los gobiernos y las empresas deben cumplir con la diligencia debida y evaluar su impacto sobre los derechos del niño antes de poner en marcha nuevos planes.

3) Los Estados también deben exigir a las empresas que establezcan objetivos de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero, bajo un control normal, para que los compromisos medioambientales no se reduzcan a planes de responsabilidad social corporativa o a prácticas de “lavado verde” (greenwashing), sino que sean planes efectivos que respondan a la magnitud del daño causado.

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Los niños ya han compartido sus experiencias, retos y necesidades en un mundo en el que los daños causados por el cambio climático están afectando profundamente a nuestra calidad de vida. En cada rincón de América Latina y el Caribe, la historia es la misma: la degradación ambiental y el cambio climático están afectando nuestra capacidad de vivir en un ambiente sano, adecuado y seguro.

Finalmente, como los niños, niñas y adolescentes no nos limitamos a describir problemas, sino que proponemos soluciones, mis expectativas son que los Estados no se limiten a conocer o firmar la Observación General, sino que implementen y promuevan controles efectivos.

También espero que se siga escuchando la voz de los niños más vulnerables para que podamos ser defensores de nuestros propios derechos.

Yael es una joven defensora de la justicia climática de la República Dominicana. Creció cerca de un pueblo muy contaminado y no quiere que otros niños tengan la misma experiencia. Considera que un medio ambiente sano para los niños es un derecho fundamental, por lo que participa en la defensa del clima y en la consulta regional sobre la Observación General Nº 26.

En la fotografía principal: Yael (izquierda) con otros jóvenes líderes y Luis Perdernera, Vicepresidente del Comité de los Derechos del Niño, en la consulta de Buenos Aires sobre la OG 26.