El informe del Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2024 (SOFI 2024) ofrece un análisis crucial sobre la seguridad alimentaria global, destacando la urgente necesidad de intervenciones específicas en la nutrición infantil. A medida que la malnutrición sigue afectando desproporcionadamente a los niños en todo el mundo, el informe subraya importantes brechas en el panorama financiero que obstaculizan el progreso.
Visión general del panorama financiero
El informe SOFI 2024 enfatiza un panorama financiero fragmentado e inadecuado que lucha por satisfacer las crecientes demandas de seguridad alimentaria y nutrición, especialmente para los niños. Las fuentes de financiamiento son diversas, incluyendo el gasto público doméstico, la asistencia oficial para el desarrollo (AOD), otros flujos oficiales (OOF) e inversiones del sector privado. Sin embargo, los niveles de financiamiento actuales no son suficientes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2.1 y 2.2, que buscan poner fin al hambre y a todas las formas de malnutrición para 2030.
El financiamiento público es un pilar fundamental de las iniciativas de seguridad alimentaria y nutrición. Sin embargo, el informe SOFI 2024 revela una tendencia preocupante: el gasto público en agricultura por habitante rural en los países de ingresos bajos y medios (LICs y MICs) sigue siendo gravemente inadecuado. Por ejemplo, el gasto público en los LICs promedia solo 8 USD por habitante rural, un contraste notable con los niveles más altos observados en los países de ingresos medios altos y altos. Si bien algunos países, como Benín y Uganda, han demostrado un crecimiento en el financiamiento público doméstico para la seguridad alimentaria y la nutrición, este aumento no es uniforme en todos los LICs y MICs, reflejando una variabilidad significativa en el compromiso doméstico.
Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) y Otros Flujos Oficiales (OOF)
En 2021, la AOD y los OOF globales para la seguridad alimentaria y la nutrición totalizaron 77 mil millones de USD. Sin embargo, menos de una cuarta parte de estos flujos de ayuda se destinaron a la seguridad alimentaria y la nutrición, con la mayoría asignada al consumo de alimentos en lugar de abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria y la malnutrición. Aunque la concentración de estos fondos en los LICs y MICs, particularmente en regiones como África, es crucial, su efectividad se ve limitada por su enfoque en necesidades inmediatas en lugar de en la construcción de resiliencia a largo plazo y la transformación de los sistemas alimentarios.
El informe también destaca desafíos en el seguimiento de los flujos de financiamiento privado debido a limitaciones de datos. A pesar del papel crucial de la inversión del sector privado en los sistemas agroalimentarios, los datos disponibles sugieren que estas inversiones son insuficientes para satisfacer las necesidades globales. Por ejemplo, los préstamos bancarios netos a la agricultura en los LICs, MICB y MICM han disminuido drásticamente, cayendo de 22 mil millones de USD en 2017 a solo 2 mil millones en 2021. Las contribuciones filantrópicas y las remesas transfronterizas, aunque significativas, son igualmente insuficientes para cerrar la brecha financiera.
Brechas y desafíos
El informe SOFI 2024 identifica varios desafíos clave dentro del panorama financiero actual:
- Fragmentación y falta de coordinación: La arquitectura financiera que respalda la seguridad alimentaria y la nutrición está fragmentada, lo que lleva a ineficiencias y reduce el impacto de los fondos disponibles. Se necesita urgentemente una mejor alineación y sinergia entre las diferentes fuentes de financiamiento.
- Insuficiente enfoque en las causas profundas: Una parte significativa del financiamiento se destina a necesidades inmediatas, como el consumo de alimentos, en lugar de abordar los factores subyacentes de la inseguridad alimentaria, como los conflictos, la variabilidad climática y las desigualdades económicas.
- Limitaciones de datos: Faltan datos completos sobre los flujos de financiamiento privado, lo que dificulta movilizar y orientar los recursos de manera efectiva.
La brecha crítica en las intervenciones dirigidas a los niños
El informe SOFI 2024 discute la brecha crítica en las intervenciones centradas en los niños, destacando la urgente necesidad de esfuerzos específicos para abordar la malnutrición y los problemas relacionados entre los niños. Aunque se han lanzado varias iniciativas globales para combatir la malnutrición infantil, persisten brechas significativas, especialmente en la implementación y ampliación de intervenciones efectivas. Estas brechas son más pronunciadas en los países de ingresos bajos y medios, donde los recursos son limitados y el impacto de la malnutrición es más severo.
Un área clave que requiere atención inmediata es la provisión de intervenciones específicas en nutrición, como la suplementación de micronutrientes y la promoción de la lactancia materna, que son cruciales durante los primeros 1,000 días de vida de un niño. A pesar de la eficacia comprobada de estas intervenciones, no se están implementando a la escala necesaria para lograr un impacto sustancial. Abordar estas brechas requerirá no solo un aumento en los recursos financieros, sino también un esfuerzo coordinado para integrar estas intervenciones en los sistemas de salud y protección social más amplios.
El informe también enfatiza la importancia de garantizar que el financiamiento destinado a las intervenciones centradas en los niños se utilice de manera efectiva. Se necesitan mecanismos más sólidos de gobernanza y rendición de cuentas para garantizar que los fondos lleguen a los beneficiarios previstos y que las intervenciones se implementen de manera eficiente. El informe destaca la necesidad de mecanismos de financiamiento innovadores, como el financiamiento mixto, para atraer inversiones del sector privado en programas de nutrición infantil, especialmente en regiones donde las fuentes de financiamiento tradicionales son insuficientes.
Este déficit es alarmante, dado el impacto inmediato y a largo plazo de la malnutrición en los niños, que incluye el crecimiento atrofiado, el desarrollo cognitivo comprometido y una mayor susceptibilidad a las enfermedades.
Necesidades de inversión para la nutrición infantil
El informe SOFI 2024 estima que se requieren 10.8 mil millones de USD adicionales por año para eliminar la emaciación, el retraso en el crecimiento y la anemia infantil. Esta inversión incluye los costos de mitigar los impactos de la pandemia de COVID-19, que ha exacerbado la inseguridad alimentaria y la malnutrición a nivel mundial. Esto se traduce entre el 0.01% y el 1.2% del PIB nacional de diferentes países, lo que subraya la necesidad de un mayor compromiso financiero de todos los sectores. Las inversiones necesarias cubren intervenciones directas, como programas de alimentación terapéutica, e iniciativas más amplias destinadas a mejorar la seguridad alimentaria, el acceso a la atención médica y los sistemas de protección social.
El costo de la inacción en cuanto a las pérdidas económicas debidas al retraso en el crecimiento infantil se estima en al menos 135 mil millones de USD anualmente. Esta cifra representa entre el 0.01 por ciento y el 1.2 por ciento del PIB nacional en varios países.
De cara al futuro, está claro que se necesita un enfoque multifacético, uno que no solo aumente las inversiones financieras, sino que también mejore la coordinación y la alineación estratégica entre todas las partes interesadas. Abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria y la malnutrición, como el cambio climático, los conflictos y las desigualdades económicas, requerirá soluciones innovadoras y un compromiso con el desarrollo sostenible.
A medida que miramos hacia el futuro, el informe SOFI 2024 sirve como una llamada de atención y una hoja de ruta para los esfuerzos futuros. Al abordar las brechas y desafíos identificados en este informe, la comunidad global puede avanzar significativamente hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y garantizar un futuro para todos los niños.
El informe completo de SOFI se puede encontrar aquí.
Andrea Polo Galante es Asesora Senior de Políticas sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición de World Vision International.