La pandemia de COVID-19 ha renovado el valor del agua como herramienta fundamental para frenar los contagios causados por enfermedades infecciosas, al mismo tiempo que ha evidenciado aún más la vulnerabilidad de las casi 850 millones de personas que no tienen acceso ni siquiera a un suministro básico de agua.
La falta de agua potable: una vulnerabilidad adicional frente a la COVID-19
Aunque lavarse las manos regularmente con agua y jabón es una de las formas más efectivas para protegerse de la COVID-19, millones de personas no tienen acceso a una red de agua, lo que las hace aún más vulnerables al contagio.
La pandemia demuestra cómo el acceso al agua potable y a las instalaciones sanitarias son esenciales para protegerse contra los virus y todo tipo de enfermedades transmitidas por el agua, que pueden llegar incluso a causar la muerte. El agua insegura, la disponibilidad inadecuada de agua para la higiene y la falta de acceso al saneamiento contribuyen en conjunto a aproximadamente el 88% de las muertes por enfermedades diarreicas. Todavía hoy, casi 1.000 niños mueren cada día en el mundo por enfermedades relacionadas con el agua.
El simple hecho de lavarse las manos en momentos críticos puede reducir de forma significativa el contagio de la COVID-19 y el número de casos de diarrea hasta en un 35%, pero casi 850 millones de personas no tienen acceso ni siquiera a un suministro básico de agua. De estas personas, 263 millones viven a más de 30 minutos de la fuente de agua más cercana y 159 millones siguen bebiendo agua superficial no tratada de ríos y lagos.
Tan pronto como comenzó la crisis de la COVID-19, World Vision, principal proveedor no gubernamental de agua potable del mundo, que lleva agua limpia a una nueva persona cada 10 segundos, desplegó una importante respuesta de emergencia para hacer frente a la pandemia: se han instalado puntos de agua y estaciones adicionales para lavarse las manos en los campos de refugiados, en las calles, en las escuelas y alrededor de los centros de salud. Además, se ha distribuido jabón y desinfectante a quienes no pueden acceder a estos productos.
- Se han instalado más de 70.000 estaciones públicas de lavado de manos.
- Se han construido más de 30.000 puntos de acceso a agua, saneamiento e higiene.
- Se han rehabilitado 91.175 instalaciones de saneamiento e higiene.
- En 2020, World Vision proporcionó agua potable a 3,4 millones de personas, mejoró instalaciones de saneamiento para 2,7 millones de personas e impartió formación sobre buenas prácticas de higiene a 4,3 millones de personas.