Día internacional de los bosques: Entre la sequía del Corredor Seco y la abundancia vital de la Amazonía

Día internacional de los bosques: Entre la sequía del Corredor Seco y la abundancia vital de la Amazonía

Día internacional de los bosques: Entre la sequía del Corredor Seco y la abundancia vital de la Amazonía 

El 21 de marzo, en el Día Internacional de los Bosques, el mundo rinde homenaje a estos ecosistemas que son el corazón verde del planeta y la fuente de vida de millones de personas. 

Los bosques son mucho más que árboles. Son refugio de biodiversidad, fuente de agua dulce, reguladores del clima y garantes de la seguridad alimentaria de millones de personas. Este año, Naciones Unidas nos invita a reflexionar sobre su papel crucial con el tema «Bosques y alimentos». 

Dos rostros de la realidad: La Amazonía y el Corredor Seco 

Cuando hablamos de bosques, la Amazonía es el máximo exponente de abundancia y resiliencia natural. Sin embargo, no muy lejos de allí, Centroamérica enfrenta el drama inverso en el Corredor Seco, una región de más de 1,600 kilómetros donde la degradación ambiental y la crisis climática generan hambre, migración y pobreza. 

La Amazonía, con sus más de 6 millones de km², es hogar del 10% de la biodiversidad mundial, regula el clima de todo un continente y almacena entre 150 y 200 mil millones de toneladas de carbono. Su función es tan vital que cada día libera 20 mil millones de toneladas de agua en forma de «ríos voladores» que riegan Sudamérica y estabilizan las corrientes oceánicas. 

En contraste, el Corredor Seco Centroamericano, que se extiende desde Chiapas hasta Costa Rica, se ha convertido en uno de los territorios más golpeados por sequías prolongadas y lluvias torrenciales. Aquí, el agua escasea, los cultivos fallan y 8,9 millones de personas viven en situación de emergencia alimentaria. 

Los bosques: Aliados de la seguridad alimentaria 

En la Amazonía, los bosques son despensas naturales para más de 48 millones de personas, incluidos 2,7 millones de indígenas. Estos ecosistemas proveen frutos, raíces, carne silvestre y recursos no maderables que nutren y sostienen la vida de comunidades que dependen directamente del bosque para su subsistencia. 

Pero no sólo alimentan. También actúan como un escudo climático: regulan las lluvias, enriquecen los suelos, conservan la biodiversidad y almacenan carbono, mitigando así los efectos del cambio climático. En la Amazonía, World Vision impulsa proyectos que fortalecen la resiliencia de las comunidades más vulnerables, integrando el manejo sostenible de los recursos y la conservación del bosque a sus medios de vida. 

El Corredor Seco: Donde la sequía desafía la vida 

En el Corredor Seco, los efectos del cambio climático han sido devastadores. Aquí, las familias agricultoras dependen del maíz y el frijol para su autoconsumo, pero las lluvias cada vez son más impredecibles. La falta de agua no solo impacta los cultivos, sino que ha forzado a miles a migrar o buscar alternativas de subsistencia en un entorno cada vez más hostil. 

World Vision, a través de la iniciativa Reverdeciendo el Corredor Seco, promueve la regeneración de ecosistemas degradados y la resiliencia comunitaria, combinando saberes locales con buenas prácticas de conservación y seguridad alimentaria. 

La respuesta de World Vision: Cuidar la creación y fortalecer la resiliencia 

Desde la Iniciativa Climática de World Vision trabajamos bajo tres principios clave: 

  1. Niñez en el centro: protegiendo el presente y futuro de niñas y niños afectados por la crisis climática. 
  1. Soluciones desde la comunidad: impulsando la educación ambiental y la resiliencia local. 
  1. Pertinencia cultural y local: integrando la sostenibilidad en los medios de vida de cada comunidad. 

A través de programas de educación ambiental, trabajo con iglesias y comunidades de fe, y alianzas con actores locales, World Vision busca restaurar ecosistemas, garantizar agua limpia y proteger la seguridad alimentaria de quienes más lo necesitan, tanto en la Amazonía como en el Corredor Seco. 

Un llamado global 

Hoy, más que nunca, proteger los bosques es asegurar el futuro. La Amazonía es uno de los últimos grandes pulmones del planeta y el Corredor Seco clama por restauración y resiliencia. En ambos territorios, defender la naturaleza es también defender a las personas que dependen de ella. 

Este Día Internacional de los Bosques nos recuerda que el futuro de la alimentación, la vida y la justicia climática empieza y termina en los bosques.