El 20 de noviembre de 1989, el mundo dio un paso trascendental con la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), el tratado de derechos humanos más ratificado de la historia. Este documento reconoció a los niños y niñas como seres humanos con derechos propios, marcando un antes y un después en su protección y desarrollo.
Hoy, celebramos 35 años de la CDN, reflexionando sobre los logros alcanzados y recordando que aún queda mucho por hacer. Millones de niños y niñas siguen enfrentando violencia, pobreza y la negación de sus derechos más básicos. Sin embargo, la esperanza vive en las voces de los propios niños, niñas y adolescentes, quienes están alzando su palabra para exigir cambios reales y duraderos.
La voz de la niñez en acción
En la 1ra Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez, realizada en Bogotá, niños, niñas y adolescentes como Jeremías, Aylin y Leyla llevaron un mensaje poderoso a líderes internacionales:
Jeremías, de Colombia, expresó:
«Espero que los líderes mundiales sean contundentes con las leyes y que escuchen la voz de la niñez y la adolescencia.»
Aylin, desde República Dominicana, destacó:
«Mi objetivo es impactar de manera real y positiva a nuestra comunidad y contribuir a políticas globales que protejan a la niñez. Es hora de que los líderes refuercen sus sistemas judiciales y tomen medidas decisivas.»
Leyla, de Perú, añadió un mensaje esperanzador:
«Mi mensaje para aquellos niños que viven en contextos de violencia es: no se den por vencidos, sigan luchando, háganse escuchar. ¡Nunca se queden callados!»
Estos jóvenes no solo hablaron por sus países, sino que llevaron consigo la voz de millones de niños y niñas que necesitan ser escuchados.
Luchando contra el hambre en el G20
En Brasil, antes de la cumbre del G20, Ryan y Havenna, parte del proyecto Jóvenes Agentes de Cambio apoyado por World Vision, pidieron la ampliación de los programas de comedores escolares.
Ryan, de Ceará, expresó:
«Estoy aquí para pedir la erradicación de la pobreza y garantizar una comida regular y de calidad en las escuelas. Sabemos cómo es sentirlo en la piel, e intentamos mejorar el futuro.»
Havenna, también de Brasil, enfatizó:
«Estoy aquí dando voz a todos los jóvenes para impulsar un programa nutricional en las escuelas y erradicar la pobreza. Te invito a unirte a esta causa contra el hambre y la pobreza.»
Sus palabras son un recordatorio de que escuchar a los jóvenes no solo inspira, sino que también impulsa soluciones prácticas y necesarias.
El camino por delante
Aunque la CDN ha transformado vidas, el progreso aún es insuficiente. En un mundo donde más de mil millones de niños y niñas enfrentan violencia y donde millones sufren hambre y malnutrición, la tarea de garantizar todos los derechos para toda la niñez sigue siendo urgente.
Este 20 de noviembre, al celebrar 35 años de la CDN, recordemos que proteger y amplificar las voces de los niños, niñas y adolescentes no es solo un compromiso moral, sino una responsabilidad colectiva. Ellos y ellas son los protagonistas del cambio, y nosotros, los adultos, somos los aliados que deben asegurarse de que cada palabra dicha por la niñez sea escuchada y transformada en acción.
Luchando contra el hambre en el G20
En Brasil, antes de la cumbre del G20, Ryan y Havenna, parte del proyecto Jóvenes Agentes de Cambio apoyado por World Vision, pidieron la ampliación de los programas de comedores escolares.
Ryan, de Ceará, expresó:
«Estoy aquí para pedir la erradicación de la pobreza y garantizar una comida regular y de calidad en las escuelas. Sabemos cómo es sentirlo en la piel, e intentamos mejorar el futuro.»
Havenna, también de Brasil, enfatizó:
«Estoy aquí dando voz a todos los jóvenes para impulsar un programa nutricional en las escuelas y erradicar la pobreza. Te invito a unirte a esta causa contra el hambre y la pobreza.»
Sus palabras son un recordatorio de que escuchar a los jóvenes no solo inspira, sino que también impulsa soluciones prácticas y necesarias.
El camino por delante
Aunque la CDN ha transformado vidas, el progreso aún es insuficiente. En un mundo donde más de mil millones de niños y niñas enfrentan violencia y donde millones sufren hambre y malnutrición, la tarea de garantizar todos los derechos para toda la niñez sigue siendo urgente.
Este 20 de noviembre, al celebrar 35 años de la CDN, recordemos que proteger y amplificar las voces de los niños, niñas y adolescentes no es solo un compromiso moral, sino una responsabilidad colectiva. Ellos y ellas son los protagonistas del cambio, y nosotros, los adultos, somos los aliados que deben asegurarse de que cada palabra dicha por la niñez sea escuchada y transformada en acción.